martes, 15 de marzo de 2011

Nada supera a la realidad

Y allí estaba, habíamos vuelto, pero las cosas no eran iguales, sentía felicidad y agobio al mismo tiempo, estaba con quien quería, pero no me sentía feliz, ese no era mi lugar, no era mi gente, yo no encajaba allí, yo lo quería a él, pero nada mas, ninguna consecuencia de estar con el, ni nada de lo que rodeaba su ambiente, me senté al borde de la cama de su casa, hacia tiempo que no pisaba por allí, y tenia miedo de ver a su familia, y allí sentada me quede paralizada pensando, que sería de mí, que hacía allí y como acabaría todo. Su madre pasó hasta el fondo de la habitación hasta el cuarto de baño, y a su paso me miro mostrándome una sonrisa, al igual todos lo hicieron, pero era una sonrisa falsa, lo sé, nadie deseaba que yo estuviera allí, ni hoy ni mañana, ni nunca . . ., me pude despejar un poco cuando entró su tía a la habitación con la niña pequeña, la cogí en brazos y me hizo desconectar por un momento, yo reía con la niña en brazos, peor por un segundo volví a bajar al mundo, cuando de repente note algo cálido sobre mis piernas, si, se me orinó encima, en ese momento pensé, que ni la niña que ni me conocía me quería allí, la miré desconsolada y ella reía como si nada y logro sacarme una sonrisa a pesar de estar meada por ella, abrí los ojos bien fuerte y volví a mi mundo perfecto, que no cambiaría por nada del pasado, ni si quiera una modificación de él.

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