Del mundo que jamás soñé, del mundo más deseado,
de sus tierras más bellas me han desterrado.
De no ser nadie me convertí en la reina un día,
y en un día he perdido todo lo que tenía.
El cetro se quedó sin poder, la corona dejó de valer,
y se convirtió en papel que la lluvia ha mojado.
El trono desapareció dejando nada más que dolor
y un vacío que jamás hubiera imaginado.
Y ahora me encuentro caminando simplemente
y a cada paso deseo encontrarte nuevamente.
Ojalá tu camino se convierta siempre en alegría
espero ser parte de él algún día.
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